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Afirmaciones de Jesús

Afirmaciones Transformadoras de Jesús el Cristo

YO SOY EL QUE YO SOY YO SOY la puerta abierta la cual nadie puede cerrar

YO SOY la luz que alumbra a todo hombre que viene a este mundo

YO SOY el camino

YO SOY la verdad

YO SOY la vida

YO SOY la resurrección

YO SOY la ascensión en la luz

YO SOY el que satisface todas mis necesidades y los requisitos de cada hora

YO SOY provisión abundante derramada sobre toda la vida

YO SOY el perfecto ver y oír

YO SOY la manifestación perfecta del ser

YO SOY la luz ilimitable de Dios manifestada en todas partes

YO SOY la luz del santo de los santos

YO SOY un hijo de Dios

YO SOY la luz en el santo monte de Dios

El nombre de Dios es YO SOY, y se pronuncia dos veces en el nombre de Dios una vez para el Cielo y una vez para la Tierra. Significa «YO SOY El que está en la Tierra como aquel YO SOY El que esta en el Cielo»

Es la afirmación del ser, como es arriba es abajo. Para fines de su uso como afirmación, el estudiante debe acostumbrarse a repetir el nombre de Dios haciendo énfasis en el YO como Ego Divino quien so encuentra arriba como Dios y abajo manifestándose en su corazón como la llama de la Trinidad.

La visualización

¿QUÉ ES LA VERDADERA VISUALIZACIÓN Y QUÉ PASA CUANDO SE VISUALIZA?

Saint Germain

La verdadera visualización es una Don, un atributo de Dios, y el Poder de la Visión obrando en la Inteligencia (espíritu) del hombre. Cuando se representa en la mente consciente un deseo que se quiere ver realizado, se emplea uno de los más poderosos medios que hayan sido dados al hombre para hacer que se cumpla su deseo en su visible y tangible realidad. Ante todo, estamos seguros de que jamás fue realizada forma alguna en parte alguna del Universo, sin que alguien la haya conscientemente creado y mantenido en su pensamiento contiene una Imagen de la idea de la que procede. Incluso una idea abstracta contiene una imagen especial o, al menos, la imagen del concepto mental que alguien se ha creado de ella.

Quiero daros un ejercicio por el que podéis desarrollar conscientemente, controlar y dirigir vuestras visualizaciones con el propósito de una realización determinada. Hay varias fases en este método que cada estudiante puede emplear en todo tiempo y lugar. Este procedimiento lleva a tangibles y visibles resultados cuando se aplica realmente bien: La primera fase es la de fijarse, establecerse de una forma determinada sobre un plan claramente definido o un deseo a realizar. Ved que esto sea con un fin constructivo, honorable, digno de vuestro tiempo y de vuestros esfuerzos. Examinad escrupulosamente vuestro móvil para conseguir que tal creación se realice. Vuestra finalidad debe ser honesta, tanto hacia vosotros mismos como hacia los demás. No debe ser, en caso alguno, un capricho, una fantasía, un antojo o, simplemente, la satisfacción de apetitos de los sentidos físicos. Recordad que hay una gran diferencia entre el uso, el deseo y el apetito. El uso es la ejecución, el cumplimiento de la Gran Ley Universal de Servicio. El Deseo es la expansión, la propagación de la Actividad divina, a través de la cual la manifestación de Dios constantemente se sostiene y alcanza su Perfección.

El Apetito es solamente un hábito establecido por la continua satisfacción de nuestros deseos físicos y es solamente energía concentrada y calificada por sugestiones del mundo externo. Estad seguros también de no esconder un sentimiento interno que tienda a gozar de un beneficio a expensas de los demás. Un verdadero estudiante, el único que tendrá un resultado tangible por este método, toma las riendas en sus propias manos y determina, decide, decreta disciplinar y conscientemente controlar su yo humano.

Escoge lo que debe o no debe ser en su esfera de acción y, por el proceso de visualización, dibuja en su pensamiento la imagen de un plan de vida determinado, lo mantiene en su mente y lo lleva a manifestarse. La segunda fase es la de expresar, relatar vuestro plan con palabras, con toda claridad y de una manera tan concisa como sea posible. Escribidlo; de esta manera hacéis un registro de vuestro deseo en el mundo externo visible y tangible.

La tercera fase es la de cerrar los ojos, evocar en pensamiento una imagen mental de vuestro deseo o plan en su realización, su perfecta condición y actividad. Meditad en el hecho de que os es posible crear y ver una imagen en pensamiento, tened conciencia de que esto es el tributo de Dios, Su Poder de Visión obrando por nosotros. Aceptad que vuestro poder de imaginación no es otra cosa que la omnisciencia Divina obrando por vosotros. La Actividad de la Visión y el Poder crear son los atributos de vuestro Yo Divino, que percibís y sentís en vosotros mismos a cada instante.

La Vida y el Poder Divino están en acción en vuestra consciencia a fin de propulsar en vuestro entorno la imagen cuya visión y sentimiento vivo guardáis en vosotros. Recordad constantemente a vuestro intelecto que el Poder de la imaginación es un atributo Divino, o sea, el Poder de la Visión; el Poder de sentir, de experimentar y de vivir en unión con una imagen perfecta es un Poder divino. La Sustancia empleada para dar forma a vuestra imagen y a vuestro plan es la pura Sustancia Divina, por lo que debéis deducir de ello que sólo Dios es el Autor, que Él es el Acto y la Acción, que Él es la Realización de cada forma constructiva que en cualquier tiempo haya sido llevada a manifestarse.

Cuando os servís de estas tres fases constructivamente, es imposible que vuestro plan no se manifieste en vuestro mundo visible. Releed con toda la frecuencia posible, durante la jornada, la redacción que hayáis hecho de vuestro plan o deseo, y siempre antes de dormiros, porque entonces la imagen deja una impresión profunda en vuestra consciencia humana y ahí permanece sin ser turbada durante las horas de vuestro sueño. De esta manera, la imagen se registra profundamente en la mente externa a fin de permitir que se engendre y acumule bastante fuerza para propulsarla a la experiencia de la vida externa. De esta manera, podéis llevar todo deseo o imagen en vuestra consciencia durante el sueño. En el Corazón del Gran Silencio, la imagen se carga de todo Poder y Actividad Divinos.

No debéis discutir con los demás ni revelarles, bajo ningún pretexto, nada concerniente a vuestro deseo o Actividad de visualización. Esto es un imperativo Absoluto. No habléis de vuestra visión. Cuanto más grande sea la acumulación de la energía engendrada por vuestra visualización, vuestra contemplación y el sentimiento de realidad de vuestra imagen, con más rapidez vendrá su manifestación a vuestra experiencia externa.

MILLARES DE DESEOS, AMBICIONES O IDEALES SE MANIFESTARÍAN EN LA EXPERIENCIA EXTERNA DE CIERTAS PERSONAS, SI NO HUBIERAN DISCUTIDO ELLO CON SUS AMIGOS O CONOCIDOS.

Cuando tomáis la determinación de tener una experiencia por el empleo consciente de la visualización dirigida, os identificais con la Ley-Dios—, La Ley del Único, que no conoce oposición. Debéis tomar vuestra decisión y mantenerla con todas vuestras fuerzas. Significa esto que tomáis una decisión irrevocable y que debéis manteneros en ello. Con este fin, sabed y sentid que es Dios quien sabe, que es Dios quien siente, que es Dios quien manifiesta y quien controla todas las cosas que conciernen a vuestro plan. Es la Ley de la Unidad de Dios – y no de Dios sólo. Hasta el momento que el estudiante no comprenda perfectamente esto jamás tendrá manifestación alguna. Porque en el momento en que un elemento humano entra en juego, la quitáis de las manos de Dios, y naturalmente, este plan no puede manifestarse porque lo neutralizamos con vuestros conceptos humanos de tiempo, de espacio, de lugar y mil otras condiciones imaginarias que son desconocidas para Dios.

Nadie puede conocer a Dios, en tanto que admita una fuerza opuesta a Dios, porque aceptando que dos fuerzas puedan obrar simultáneamente, neutraliza la actividad de éstas. Cuando hayáis alcanzado este punto de neutralización, no tendréis cualidad alguna definida en un sentido o en otro. No tendréis resultado ni manifestación alguna de las que esperáis. Cuando reconocéis a Dios – El Único -, la Perfección se manifiesta instantáneamente, porque no hay nada que se oponga a ella o que la neutralice — no hay intervención del elemento tiempo. En estas condiciones, todo se cumple, ya nada puede oponerse al decreto de Dios.

Nadie mejorará sus condiciones de vida mientras que no desee la Perfección, en tanto que persiste en creer en un poder opuesto a Dios o en la existencia de algo fuera de Él y en Él que pueda impedir que se exprese la Perfección divina. El hecho de aceptar una cosa inferior a Dios — al Todo Divino — constituye elección deliberada de la imperfección y esta elección fue la que provocó la caída del hombre. Se hace esto a propósito y reflexivamente porque, en razón de su libre arbitrio, el hombre puede escoger a cada instante entre la Perfección o la imperfección — sea dicho aparte, no hace falta más energía para representar la Perfección que para lo contrario. Sois vosotros los que representáis al Creador para producir la Perfección en vuestro entorno, en el lugar que ocupáis en el Universo.

Para realizar la Perfección y la Soberanía, no podéis conocer y aceptar sino la Ley del Único. La Unidad Divina existe y controla todo completamente en el Universo. Sois la consciencia individualizada de la Vida, la Única Suprema Presencia de la Gran Llama de Amor y de Luz. Sólo a vosotros pertenece la elección y el Poder de decretar en qué forma vais a investir vuestra vida, porque sois la sola energía que anima vuestro mundo y vuestro campo de acción. Cuando pensáis o sentís, una parte de vuestra energía vital se desprende de vuestro ser para sostener vuestra creación. Echad de vuestra mente toda duda o todo temor en lo que concierne al cumplimiento de vuestra visualización. Si penetran en vuestros pensamientos, vuestros sentimientos y vuestras conciencias, sugestiones de imperfección, que no son sino emanaciones humanas, sustituidlas inmediatamente por el pleno reconocimiento que vuestro Yo Divino y su entorno son la Vida de Dios — el Único.

Fuera de los períodos de visualización, estad completamente indiferentes y sin inquietud a su respecto. No fijéis ningún límite en lo que concierne al momento de su realización y vivid en el presente. Adoptar esta disciplina, practicada y dispondreis de un Poder de acción irresistible que no ha fallado ni puede fallar jamás. Recordad siempre que vuestra facultad de imaginación es de origen divino – sois la Inteligencia divina directora – sois el Poder de Dios en Acción – manipulais vuestra sustancia, que es Divina.

Cuando hayáis comprendido esto y meditado profunda y frecuentemente en ello, todo en el Universo se precipitará para colmar vuestros deseos, para ejecutar vuestra orden, para producir la manifestación deseada, porque será enteramente constructiva y de acuerdo con el Plan Divino Original para toda Vida y Auto-Consciente. Si el yo externo acepta verdaderamente el Plan Divino, no puede haber dilación ni fracaso, porque toda la energía empleada es naturalmente perfecta y se precipita para servir a su creador. No hay otra predestinación que la Perfección.

Si vuestro deseo o vuestra visión son constructivos, representáis a Dios — Dios regocijándose ante su propio plan. La Visión de Dios es un decreto o un mandato irrevocable de manifestación instantánea. En la creación de esta Tierra y de este sistema de mundos. Dios dijo: «Que la Luz sea y la Luz fue». No fueron necesarios «Eones» de tiempo para crear la Luz. Esta misma Presencia de Dios está en vosotros, ahora, y cuando visualizáis y decretáis, son los Dones de la Visión y del Verbo Creador los que obran en vosotros y por vosotros. Si sois conscientes de lo que esto significa verdaderamente, podéis mandar Su Todo-Poder y Su Autoridad, porque sois su Consciencia de Vida. Sólo vuestra Auto-Consciencia de vuestra propia Vida es la que puede mandar visualizar o desear un Plan constructivo y perfecto. Todo Plan constructivo es una parte del Plan Divino.

Tenéis pues la seguridad de que Dios está en Acción y que Él manda: «QUE ESTE DESEO O ESTE PLAN SE MANIFIESTE AHORA», y está cumplido.

Visualización de presencia luminosa

La visualización de la Presencia luminosa de Jesús o de otro Maestro Ascendido es el medio más poderoso que permite crear un foco por el que la consciencia del Maestro Ascendido puede obrar en la experiencia física de un individuo, de una nación, de la humanidad o de la Tierra misma. El Poder que el Maestro puede concentrar en su Presencia luminosa es irresistible porque es la operación de una ley inflexible que no ha sido explicada en el mundo exterior.

LA IMAGEN DE JESÚS O DE OTRO MAESTRO DEBE TENERSE CON CLARIDAD EN LA MENTE: EL CUERPO DE SUSTANCIA BLANCA CENTELLEANTE, EMITIENDO LARGOS RAYOS DE LUZ CHISPEANTE CONTINUAMENTE Y PENETRANDO EN LA PERSONA, EL LUGAR O LA CONDICIÓN QUE DEBE TRATARSE.

Esta imagen constituye «una copa en la que el Maestro concentra sus rayos, que son una actividad todopoderosa porque están constituidos de la Sustancia energizada y cargada por la consciencia divina del Maestro que les da la cualidad requerida para producir una acción instantánea y sostenida. El color de los rayos puede variar según el resultado de lo que se desee obtener, pero quedando el cuerpo del Maestro siempre blanco centelleante. Para producir el sentimiento de Amor divino, de Paz; de quietud, de comodidad, es necesario ver los rayos como de oro líquido, chispeando si se necesita mucha energía, opacos si se necesita la cualidad calmante.

Tal es el caso en la curación de los niños. Para difundir la Compasión divina, ved los rayos de un rosa delicado irisado de oro como en el nácar o en los últimos resplandores de una hermosa puesta de sol. Cuando se busca una actividad purificadora, tanto en el cuerpo físico como en los sentimientos o los pensamientos, se visualizan los rayos de un violeta luminoso intenso, tales como la luz reflejada por un diamante puro o el neón. Los rayos azul eléctrico aumentan la energía: es necesario siempre calificarlos de Amor divino. El rojo o el negro jamás se emplean por los Maestros Ascendidos. Es un signo infalible que permite reconocer el género de fuerza utilizada.

EL EMPLEO DE LA ENERGÍA DIVINA PARA CURAR CUERPOS SIN APORTAR LA ILUMINACIÓN AL ESPÍRITU, ATRAE SIEMPRE SANCIONES SOBRE EL QUE LO HACE. EL QUE EMPLEA SU DON DE CURACIÓN CON UN FIN LUCRATIVO LO PERDERÁ, E INCLUSO SERÁ FORZADO A SALIR DE SU PROPIO CUERPO FÍSICO. AL AYUDAR A LOS QUE SUFREN A PENSAR CORRECTAMENTE, A PURIFICAR SUS SENTIMIENTOS Y SUS ACCIONES, SE ELIMINA LA CAUSA DEL MAL Y SE OBTIENEN CURACIONES PERMANENTES.

Al visualizar la imagen de un Maestro Ascendido, debe verse considerablemente más grande que el paciente o la condición a tratar. Debe mantenerse la imagen el tiempo suficiente para que el paciente o la condición sean como absorbidos por la imagen del Maestro. Si se trata de una localidad, de un país o del planeta, ved la imagen del Maestro en proporciones gigantescas, en un globo o sol de oro chispeante de donde parten rayos de un azul-violeta, como relámpagos, y formando una cúpula por encima de la condición a tratar, Se puede igualmente ver la Presencia Luminosa de un Maestro Ascendido en miniatura, en un sol de oro en medio de la frente, entre los ojos.

El hábito de esta visualización sobre nuestra propia frente o la de nuestros interlocutores, constituye para nuestra mente una protección todopoderosa contra las sugestiones o tentaciones hipnóticas del exterior. Es imposible sobreestimar el Poder de la Visualización de la Presencia Luminosa. Es una Actividad Trascendente que produce 6 resultados milagrosos. El que toma el hábito constante de practicarla constata que, por esta práctica, puede controlar a las personas y las circunstancias, y que se convierte en un foco, un centro de radiación que difunde silenciosamente la Armonía, el Amor y la Perfección a su alrededor.